En inglés existe una hermosa palabra, whimsical, que hibrida los adjetivos de "caprichoso" y "fantástico", e incluso tienen una maravillosa expresión (según leo en mi diccionario Collins) que es to be in a whimsical mood, que se traduce literalmente como "estar de humor para dejar volar la fantasía".
Qué pena que Michiko Kakutani, a la sazón crítico literario del New York Times, haya utilizado una palabra tan bonita para algo tan feo como poner a caer de un burro el último trabajo de Jonathan Lethem, la novela Chronic City, que acaba de ser publicada al otro lado del océano.
Menudo
palo le mete. "En el libro", dice Kakutani, "se presenta una versión caricaturizada e insípida de Manhattan, reconocible sólo en su bosquejo, aderezada con detalles extravagantes (nieve en pleno verano, un tigre merodeando las calles, un edificio de apartamentos para perros) que parecen más adornos caprichoso-fantásticos que invenciones humanas genuinamente deslumbrantes o interesantes".
Kakutani se rasga las vestiduras porque, con La fortaleza de la soledad, Lethem había demostrado que no necesitaba recurrir a "las pirotecnias postmodernas y los lindos efectos especiales" de sus obras anteriores, y que era capaz de "escribir vívidamente y con emotividad sobre gente normal, sobre padres e hijos, amigos que crecen juntos, sobre gente que tan solo trata de convivir con los espinosos problemas de la raza y la marginación". (Como es habitual en la crítica seria, Kakutani pasa por alto el importante componente fantástico de aquella aplaudida novela). Incluso aventura que Chronic City se trata de "un curioso paso atrás; lo que en La fortaleza era seriedad, aquí es timidez, lo que allí eran sentimientos profundos aquí son amaneramientos juveniles".
Las lindezas que suelta sobre la novela no terminan aquí. Tediosa, hinchada, insolvente, decepcionante... Cualquiera diría que Lethem le ha dejado a deber un par de cenas o tres a Kakutani, porque de lo contrario no se entiende tal enconamiento. Cuando dice que "los personajes terminan por ser molestos y agotadores", da la sensación de que está hablando del propio Lethem y del estrellato literario y mediático (colabora habitualmente con el propio New York Times) al que ha sido proyectado en los últimos años.
"Carece de la energía y de la consistencia de La fortaleza de la soledad, y del feroz y fascinante poder de los paisajes imaginarios conjurados por maestros del realismo mágico como García Márquez o Italo Calvino", culmina Kakutani, admitiendo implícitamente que Lethem juega en la misma liga que tales genios de la literatura, cosa que otros ni siquiera nos atrevemos a soñar.
Yo no sé si lo que escribe Jonathan Lethem es realismo mágico. No sé si Chronic City será la "larga pesadilla fantástica sobre el Upper East Side de Manhattan, una mezcla entre Saul Bellow y H. P. Lovecraft" que él anunciaba hace un año en su entrevista para Quimera (nº 301). No sé si la novela será buena (Todavía no me quieres fue un pinchazo lamentable) o un simple capricho-fantástico.
Pero sí se una cosa: la crítica furibunda de Kakutani no ha hecho más que disparar mi ansiedad por hacerme con el primer ejemplar que Mondadori tenga a bien traernos para España.
Si queréis saber más sobre
Chronic City, esto es lo que cuenta su
página web. La sinopsis no tiene pérdida:
El aclamado autor de Huérfanos de Brooklyn y La fortaleza de la soledad vuelve rugiendo con este brillante y mordaz retrato de los ciudadanos de Manhattan, envueltos en sus propias ilusiones, deseos y mentiras.
Chase Insteadman, un atractivo e inofensivo personaje de la farándula de Manhattan, vive de las rentas ganadas cuando era niño y participó en la querida teleserie Martyr & Pesty. Pero Chase debe su rampante popularidad a una tragedia que está ocupando estos días las portadas de los periódicos: su prometida, Janice Trumbull, ha quedado atrapada por un anillo de minas de baja órbita en la Estación Espacial Internacional; desde allí, ella le envía sus apasionadas y descorazonadoras cartas de amor. Igual que Janice, Chase vive a la deriva: ella en la estratosfera, él en una borrosa rutina de cenas y fiestas en el Upper East Side.
En la vida enclaustrada de Chase hace su irrupción Perkus Tooth, un crítico musical independiente y estrábico cuyos atronadores artículos funcionan con un carburante mezcla de marihuana, hamburguesas gigantes con queso, y una despesperada búsqueda de significado. El desparpajo contracultural de Perkus y su paranoia voraz conducen a Chase a otro Manhattan, donde preguntarse qué es real, qué es falso y quién es cómplice se convierte en una cuestión de vida o muerte. Junto con Oona Laszlo, una autodestructiva escritora de historias de fantasmas, y Richard Abneg, un héroe de los tumultos de Tompkins Square Park que ahora trabaja como matón para el multimillonario alcalde, Chase y Perkus intentan desenterrar las respuestas de varios misterios que parecen brindar el más preciado de los artefactos en una isla donde todo puede ser comprado: la Verdad.
Como el mismo Manhattan, Chronic City es un libro bello y engañoso, trágico y misericordioso, devastador y travieso, un reflejo del mundo entero y un lugar absolutamente incomparable.
A mí poco me importa lo que diga cualquier Kakutani. Pienso leer el libro en cuanto tenga oportunidad. Lethem siempre me ha parecido un escritor muy interesante; entre otros motivos, por su falta de complejos a la hora de introducir elementos de género (fantasía, ciencia-ficción, noir) en sus novelas.
ResponderEliminarLethem se ha convertido el máximo exponente de lo que llaman slipstream, que viene a ser literatura de género con factura mainstream, o el cruce de géneros, o la superación de los géneros... Se llame como se llame, es el terreno narrativo que a mí más me atrae, y por eso me duelen tanto los palos que le caen a Lethem.
ResponderEliminarPor cierto, Jon, con tu permiso puede que te cite como autor slipstream nacional en mi conferencia del Hispacon. :)
Puedes citarme, con mi permiso o sin él. Un saludo.
ResponderEliminarlethem ya había hablado de relaciones humanas con cierto paisaje marciano de fondo, sin ir más lejos. de modo que lo que debe de poner a "the kakutani" es el elemento de saga generacional presente en LA FORTALEZA... más allá, el amigo tiene a mi juicio dos niveles. el sentido y uno que podríamos calificar de más frívolo. al primero corresponden las dos obras referidas hasta ahora. y, al otro, títulos como CUANDO ALICE SE SUBIÓ A LA MESA o TODAVÍA NO ME QUIERES. notable la primera y tirando a blanda la segunda. ¿por qué? porque carecía del elemento de extrañeza y, con él, de cualquier forma de poesía. la historia de amor de CUANDO ALICE... trasciende los tópicos de forma gloriosa, mientras que la de TODAVÍA... parece una mala historia de adrian tomine. CHRONIC CITY, pues, apunta más a ALICE. pero no me cabe duda de que será un paso atrás respecto a LA FORTALEZA... del mismo modo que cualquier cosa que haga garcía márquez erá un paso atrás respecto a CIEN AÑOS DE SOLEDAD.
ResponderEliminarun saludo.
"será un paso atrás"
ResponderEliminar(perdón)
Desde luego a mí me interesa más su nivel "sentido" que el frívolo. Totalmente de acuerdo: "Todavía no me quieres" carece del efecto de extrañeza que aporta lo fantástico, y parece un comic urbano tirando a aburrido, tipo Tomine.
ResponderEliminarNo sé, Lethem todavía es joven para darle por amortizado con "La fortaleza"; espero que aún sea capaz de superarse.
Saludos, Milo.
Enhorabuena!
ResponderEliminarGracias!
ResponderEliminar(Para más información:
http://www.stardustcf.com/noticias.asp#4073)