Cuando uno lee una novela no le da por pensar lo bien que se lo habrá pasado el escritor documentándose, los viajes que habrá hecho, los discos que se habrá comprado o las largas y creativas cenas que habrá compartido mientras planificaba la escritura. Sin embargo, mientras veía la película de Mapa de los sonidos de Tokio yo no podía dejar de imaginarme a Isabel Coixet haciendo exactamente esas cosas, es decir, pasándoselo en grande con sus amigos durante el proceso de preparación y realización de esta película. Particularmente obsesiva me resultaba la imagen de Coixet llenando una gran bolsa de discos por las tiendas de Tokio y luego eligiendo las canciones con deleite, recostada en su loft de lujo, acompañada de una copa de buen vino: ah, ya lo estoy viendo, aquí sonara ésta, aquí esta otra, y cuando se besan...
Es pura envidia, por supuesto. Isabel Coixet me cae genial. Y la película no está tan mal como dicen. Incluso tiene un puñado de buenos hallazgos, empezando por la desasosegante primera secuencia. Pero el hecho de que yo pudiera evadirme tan fácilmente de la historia contada y hurgar en mis frustraciones paranoicas debe de significar algo, me temo.
Supongo que se debe en parte a que la película tiene mucho de documento turístico, una sucesión de postales de Japón. Y a que la trama es tan poca e inverosímil que parece puesta como por obligación, como una excusa sobre la que montar el artefacto audiovisual.
Parece que Coixet estaba en definitiva mucho más preocupada por los tonos y texturas de la fotografía y del sonido (todo ello muy notable, es verdad) que por hacernos creer la historia del vinatero seductor de asesinas a sueldo. Con lo que a mí me gusta Sergi López...
En todo caso, creo que comprendo lo que le ha pasado a Coixet con este guión y no puedo evitar perdonarla, porque mi forma de parir historias sigue un mecanismo parecido. Se trata de juntar dos o tres ideas extrañas, situaciones improbables o personajes singulares, darle a la manivela y ver qué sucede. A veces el resultado es sorprendente y genial. En otras ocasiones, previsible y sin vida. Uno coloca a los personajes en el escenario y simplemente espera que surja la chispa en forma de grandes diálogos o fuertes emociones. Pero ocurre que esa chispa, por motivos inexcrutables, a veces no prende. Y lo que te queda entonces es un largo tren de mercancías caducadas que tienes que empujar hasta alguna estación donde probablemente ya no hay nadie esperando.
Vista la película, resulta muy fácil indicarle a Coixet en qué bifurcación tomó la vía equivocada (por ejemplo, no advirtiendo que la verdadera película estaba en los dos personajes japoneses de la escena inicial; o descarrilando en un epílogo barcelonés que hace daño a los oídos). Pero en el momento de escribir, por supuesto, uno no tiene tan claro hacia dónde conducen los caminos posibles. Las señales son siempre confusas, están torcidas y escritas en idiomas raros. Entonces uno tiene que jugársela, o refugiarse en los lugares comunes.
A pesar del título, está claro que Isabel Coixet escribe sin mapa, dejándose guiar por la brújula de sus intuiciones. Y que siga haciéndolo. Preferiremos siempre que se pierda en sus caprichos originales a que nos conduzca por adaptaciones de mapas ajenos.
Aunque no le den el Oscar.
Ví la película el lunes. Había leído malas críticas y debo decir que, a pesar de Sergi López, si que me llegó a transmitir algo. No sé... la soledad, la necesidad... Aunque también te quedas con la sensación de que podía haber transmitido algo más. O haber explotado más otros personajes.
ResponderEliminar¿De veras te gusta Sergi López? No tiene ningún tipo de entonación. Hay una escena en que dice con el mismo tono cansino "perdón" "ven aquí" y "quítate las bragas"... ufff, superemocionante. Es más, en algunos diálogos la gente se reía en el cine... de él.
Tengo pendiente comprar tu libro... pero aquí en Palma no es fácil encontrarlo. Y tengo tantas lecturas pendientes. Cuando lo consiga te cuento.
Sergi López es un actor excepcional. No dejes de verlo en la inquietante "Harry, un amigo que os quiere":
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=07Eq1XYsuto
Pero en "Mapa..." está fatal, es cierto. Creo que gran parte de la culpa es de su personaje: antipático, plano y falto de todo interés. Sus penosos diálogos... Pero además creo que no le ha dado vida, es verdad. No transmite nada.
Espero que encuentres mi libro algún día y lo disfrutes, claro.
Un saludo,