lunes, 2 de noviembre de 2009

Tener o no tener


... agente literario, that is the question. Últimamente no hago otra cosa que recibir opiniones contrapuestas, como un fuego cruzado de pros y contras, sensaciones provenientes de autores que han tenido experiencias de lo más dispares.

El escritor X me recomienda que busque agente, porque a él le ha facilitado el trabajo a la hora de negociar con las editoriales y le ha servido para lograr que sus libros sean traducidos y se publiquen en otros mercados. Pero al mismo tiempo el escritor X me advierte de que un amigo suyo, el escritor Y, firmó con una importante agencia literaria, oh gran felicidad, que lo ignoró penosamente durante tres años hasta que finalmente no tuvo más remedio que abandonarla con gran frustración.

Desde otras latitudes, el escritor y periodista T me asegura que la clave está en buscar un agente que esté comenzando a hacer su cartera de representados, alguien que arranque con ganas y que apueste por ti desde el principio.

Por otra parte, el editor y escritor Z me recomienda que no acuda en busca de agente, sino que me siente a esperar que ellos vengan a mí. Parece una buena estrategia, ¿verdad? El problema es que no siempre funciona. Te puedes fosilizar esperando.

El exitoso escritor W, por su parte, me dice que es imprescindible tener agente si me tomo la escritura como una profesión. Simultáneamente, mi amigo el escritor K está convencido de que es un error tomarse la escritura como una profesión, y por tanto no tiene mucho sentido buscarse agente. Esta visión es compartida por la respetada escritora R, que vive muy cómoda sin agente y compaginando los libros con su trabajo docente.

Y mientras decido quién tiene razón yo sigo escribiendo, por si eso sirve de algo.

4 comentarios:

  1. Ismael, de todas las opciones que has escrito, lo último que haría sería sentarme a esperar. Y puestos a buscar un agente, que sea alguien con experiencia en el gremio, pero sobre todo que crea en tu novela y la defienda.
    Creo que vivir de esta profesión es difícil, pero, con agente o sin él, no dejes de escribir. Siempre servirá. Suerte.

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  2. En el patio actual encontrar un agente con ganas y empezando parece casi como de peli de Hollywood. Por otra parte también yo he escuchado las dos experiencias contrapuestas. En pocas palabras: saber elegir y tener suerte.

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