sábado, 17 de enero de 2009

sábado




Dice Bradbury que hay que escribir todos los días sin excepción pero hoy es sábado y sabía que no iba a sonar el despertador porque anoche vi que estaba kaput pero no hice nada al respecto y esta mañana hemos dormido hasta que los niños nos han sacado a rastras de la cama para ir a esa exposición de Star Wars que viene anunciada en los autobuses y que todo el mundo dice que es una mierda pero yo es que veo la cara de Yoda y siento la llamada irrefrenable de la Fuerza y a las once estábamos todos listos pero al salir de casa nos hemos dejado unas llaves puestas por dentro y no ha habido más narices que llamar a un cerrajero de urgencias y viene el tío en un coche con una llave en el techo de esas enormes para que todo el vecindario se entere de lo pardillo que eres 60€ por un trabajo de dos minutos y yo pensando que me he equivocado de oficio total que hemos llegado a la Plaza de Castilla casi a las doce pero justo a tiempo para la Escuela Jedi que sí vale puede parecer una chorradita para niños pero yo es que veo a un tipo disfrazado de Darth Vader con la marcha imperial de fondo y se me eriza el vello no lo puedo evitar y luego la exposición pues eso una exposición lo que pasa es que la gente se piensa que va a un parque temático y le van a montar en un Halcón Milenario gigante o algo así y no no es más que eso una exposición muy chula con maquetas y trajes de Star Wars y un poquito de hagiografía de George Lucas y una tienda con muñequitos de la que nuestra cartera no ha salido indemne pero los niños se lo han pasado de miedo toda la tarde jugando con R2D2 y un stormtrooper 15€ + 15€ y me han dejado un rato libre para mirarme esa conferencia de Ray Bradbury en la universidad de Point Loma Nazarene que está colgada en el YouTube y donde cuenta el momento en que rompió a llorar al terminar su cuento “El lago” cuando por primera vez tuvo la sensación de escribir algo auténtico y que mereciera la pena después de diez años intentándolo y habla también de otras cosas y yo me doy cuenta de que nunca le van a dar el Nobel por ser de derechas pero me da igual y luego yo también juego con los niños y salimos a dar una vuelta por el parque vacío se ha hecho de noche y han encendido las luces que alumbran el trozo del muro de Berlín en mitad de la fuente que ya hemos visto un millón de veces pero me sigue pareciendo de los mejores rincones que se pueden encontrar en Madrid y de vuelta a casa a cenar y acostar a los niños pero ellos no quieren irse a dormir quieren dibujar y cuando me enseñan lo que han hecho me hace tanta ilusión que les prometo que lo pondré en internet lástima que mamá no vuelva hasta dentro de un rato del trabajo porque a ella le van a encantar y yo no sé manejar el Photoshop pero hago lo que puedo y puede que no haya sido el sábado más excitante de la historia pero a veces esto es más que suficiente para sentirse en los cielos de Bespin y creo que mañana tampoco haré caso a Bradbury y me quedaré durmiendo hasta que me saquen a rastras de la cama porque de todas formas Bradbury ya se ganaba la vida escribiendo a los veintidós años y yo tengo treinta y seis así que tal vez sea hora de empezar a pensar en mi futuro como fresador.



2 comentarios:

  1. Dios, cuánto daño ha hecho Cormac McCarthy y su tacañería con las comas...

    Por no hablar del daño que ha causado George Lucas en algunos cerebros...

    Que ya le vale. Y a ti también, cachofriki.

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  2. No subestimes el poder del emperador Pulitzer, joven padawan.

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