Revolutionary Road pertenece a ese posible género de "insatisfacción suburbial" del que habla Jon Bilbao: matrimonios que llegan a la treintena y se dan cuenta de que no llevan la clase de vida que alguna vez soñaron con llevar, o de que su tibio éxito laboral-familiar no es suficiente para llenarles el vacío de sus grandes esperanzas perdidas.
Kate Winslet ya hizo otra película en 2006 que trataba de eso, Juegos secretos (Little Children, basada en la novela de Tom Perrotta), y que también me encantó. No lo puedo evitar, me fascinan esta clase de historias donde el precipicio de la angustia y la desesperación tiene el tamaño de un pliegue en el delantal de la vida cotidiana. Donde lo que está en juego no es nada, pero lo es todo.
De esta película van a decir que es un vehículo para los Oscar, que es empalagosa y moralista, inverosímil, vacía, sobreactuada, repetitiva y pretenciosa. Y puede que tengan razón. Por eso no recomiendo a nadie que vaya a verla.
A no ser que te gusten las escenas intensas. Los personajes contradictorios y llenos de claroscuros. Los diálogos como puñetazos en la cara. Los silencios sobrecogidos. Las profecías autocumplidas. La angustia de reconocerte en la pantalla más de lo que te gustaría admitir.
Me cabrean un par de cosas de la película. Pero ni siquiera las voy a mencionar. No existen la película perfecta ni la novela perfecta, y cuando se apunta alto siempre salen dos o tres balas perdidas. A mí Revolutionary Road me ha emocionado, me ha tenido jodido y en tensión durante dos horas enteras de esa forma que sólo te mantienen las películas poderosas, las buenas.
¿En qué consiste ser valiente? ¿Por qué estamos tan seguros de que merecemos algo mejor? ¿Dónde empiezan la representación y la locura?
Yo la vi ayer. Y me pareció una porquería. Me aburrí enormemente. En ocasiones creía estar viendo una película de marcianos porque los personajes actuaban de forma rarísima y nunca llegué a comprender sus motivaciones y actitudes. Lo digo en serio. Me pareció sumamente irreal y los personajes me resultaron increíbles. ¿De verdad existe gente que persigue sueños?
ResponderEliminarCreo que los protagonistas se complican la vida porque quieren: son jovenes, guapos, tienen trabajo y salud, una casa bonita, dos críos preciosos y podrían ser felices a poco que se esforzaran.
Creo que el guión es engañoso, forzado y marciano. Hacía tiempo que no conectaba menos con una película. Si es que es una tontería...
Y el personaje del vecino loco está metido con calzador para hacer ver que los locos dicen las verdades y que los cuerdos estamos (están, más bien) dominados por prejuicios e ideas preconcebidas con respecto a su existencia.
Hay que perseguir los sueños, aunque eso signifique ser un desgraciado. Por Dios... Qué patochada y qué ganas de complicarse la vida tienen los protagonistas.
Será que yo soy muy simple, aburrido y conformista... Sí, será eso.
Vale, en ocasiones se dicen algunas frases fuertes, pero me parecieron tan vacías y fuera de lugar que no les concedí ningún mérito. "Ay, tener hijos fue un error". Joder, como si todos los padres no lo pensaramos veinte veces al día, sobre todo cuando se ponen pesaditos.
Eso sí, me gustó la música, aunque estaba seguro de que esa partitura ya se había utilizado para alguna otra película, al menos esa era la sensación que me produjo. Una especie de "deja ecouté".
Los actores no están mal, aunque ella va en mi lista de actrices odiadas en segunda posición, justo después de Meryl Streep. Y él me pareció mejor, me gustó cómo en un momento dado la temblaba el carrillo por la tensión.
Pero no la recomiendo en absoluto y de veras que no entiendo las críticas positivas que recibe.
Hombre, David, si los personajes de todas las historias no tuvieran "ganas de complicarse la vida" no existiría la literatura mundial. De eso se trata.
ResponderEliminarA mí sin embargo me gusta mucho esta clase de sufrimiento: ver que podría irles estupendamente, y que sin embargo se empiezan a cavar su propia fosa bajo los pies.
Las dos cosas que me cabrean de la película son: la forma en que se escamotea a los niños, que son casi invisibles, y el tópico del loco sabio. Me gustó mucho la primera escena del loco, pero la segunda... horrible.
Al menos me queda la tranquilidad de no ser el único al que le ha emocionado la película. No sé por qué, pero siempre suelo coincidir con Boyero:
http://www.elpais.com/articulo/cine/miedo/revolucion/elpepuculcin/20090123elpepicin_3/Tes
¿Has leído algo de Richard Russo?
ResponderEliminarSi no es así te recomiendo para empezar 'Ni un pelo de tonto' o 'Alto riesgo' ambas en anagrama.
saludos
JM
Deduzco que Russo trata asuntos similares, ¿no? Gracias, JM, tomo nota.
ResponderEliminar"¿De verdad existe gente que persigue sueños?"
ResponderEliminarGran frase, de ahí saldría todo un novelón (o peliculón)
Soy de la opinión que define la nueva película del director de American Beauty de BODRIO. K.Winslet hace un papel soberano que deja a su homónimo masculino a la altura del betún, dicerniendo entre personajes y actores. La relación de ambos es increible, NO- creible aunque la B.S y fotografía así como la dirección artística sí que son de Oscar. Creo no han sabido llevar al cine una historia de viscitudes y contradicciones humanas. No pude leer la crítica de Boyero al que tb aborrezco casi tanto como a Costa. Dicen de la crítica que destruye el arte, quisiera dedicarme a ello sin romper corazones y llenarme el bolsillo
ResponderEliminarhttp://www.guiadelocio.com/concurso_critico_de_cine/2009/
No diría que es una puta mierda, pero sí que la encuentro irreal.
ResponderEliminarLo que os pasa es que no tragáis a DiCaprio. Cosa comprensible.
ResponderEliminarPero vamos a ver: no se trata de un reality show ni un documental. Obviamente Sam Mendes adopta una "voz" para contarnos la historia, teatral, poética o como queráis llamarla. Igual que hizo en American Beauty, pero en este caso llévandolo al terreno del drama en vez de la comedia.
De ahí a rechazar la película por su "irrealidad" hay un abismo. El tema que trata no puede ser más real: el que al llegar a los treinta no se haya planteado si lleva el tipo de vida que quería llevar, es que o no tiene dos dedos de frente o disfruta de una felicidad absoluta y sin fisuras. No se me ocurre un miedo más realista y común para todos los mortales que ese, la verdad.
Creo que simplemente es una cuestión de sintonía.
Yo sintonicé con el tono estilizado de la película desde el principio y me emocioné con la historia de la pareja. Está claro que otros no sintonizásteis y salisteis con un buen cabreo del cine. Una pena.
Pero la peli es la hostia. Insisto. Con DiCaprio y todo.
No, no. Si no es que sea mala. Tiene valores increíbles: los diálogos, el apartado técnico, la casa tan vacía, tan bien inspirada en Hopper, como una pesadilla de pulcritud, los actores (DiCaprio hace un papel intensísimo).
ResponderEliminarSólo digo que el drama es irreal y que por eso no me tocó ni me emocionó. Es todo demasiado exagerado, sin espacio para el matiz. No me creo que una madre odie de ese modo a su futuro hijo. Además, por alguna razón, pese a lo bien que trabaja la pareja protagonista, hay una extrañísima ausencia de química que creo que mejora el resultado.
Pero lo dicho: la peli no me tocó.
Qué bien visto: la ausencia de química entre ellos mejora el efecto pretendido.
ResponderEliminarY tienes razón, el drama es hiperbólico. Pero fíjate lo que dice Jasso un poco más arriba: ""Ay, tener hijos fue un error". Joder, como si todos los padres no lo pensaramos veinte veces al día".
Me temo una madre puede desear perfectamente la muerte de su hijo (y un padre, por supuesto), faltaría más. Pero la peli no trata del aborto, claro, sino de la autoafirmación. O algo así. No sé para qué me meto en estos jardines...
En fin, se ve que a mí me pilló con la vena sensiblera al descubierto, y punto.
Gracias por opinar, José Miguel